por El Periódico
La empresa Transportadora de Energía de Centroamérica, S. A. (Trecsa) filial del Grupo Energía de Bogotá (GEB) desarrolla el Plan de Expansión del Sistema de Transporte de Energía PET-01-2009 que consta de más de 783 kilómetros de líneas y la ampliación y construcción de subestaciones. Con el uso de drones para reducir el impacto forestal del proyecto que ejecuta en el país logró el primer lugar en el concurso de innovación del sector eléctrico que entregó la Comisión de Integración Energética Regional (Cier).
¿Qué avance tiene la construcción del proyecto PET-01-2009?
– Hoy tiene el 89.011 por ciento que incluye obras civiles, las estructuras de subestación Guate Oeste-San Juan Sacatepéquez y las líneas de transmisión que se han logrado avanzar. Estamos viendo ya el epílogo de este proyecto.
¿En cuánto tiempo esperan completar el 11 por ciento que está pendiente?
– Dependerá de que se aprueben los permisos. Nuestra empresa ha creado estrategias innovadoras para suplir los obstáculos que hemos encontrado en el camino para poder terminar. Si contamos con el ambiente de inversión adecuado, un trato justo y equitativo estaríamos terminando en enero de 2024, la fecha que tenemos según la cuarta prórroga otorgada.
¿Cuáles son los permisos más urgentes para avanzar de forma más acelerada?
– Hay desde las licencias de construcción que dependen de las municipalidades, en otros casos nos ha tocado presentar nuevos trámites ambientales por las modificaciones en la topología del proyecto. Somos la única empresa en Guatemala que tramita uno a uno cada intervención sobre la cobertura vegetal, de esa cuenta hemos tramitado 3 mil 700 ECUT (Estudios de Capacidad del Uso de la Tierra), es casi por cada uno de los predios que tenemos que pasar y muchos de estos se quedan entrampados por trámites burocráticos. No vemos un problema único sino del contexto en general, sin embargo, tenemos el compromiso total con Guatemala de minimizar la tala de árboles y disminuir la cantidad de permisos que se requieren.
¿El uso de drones es parte de la innovación?
– En este tema GEB tiene experiencia en tendidos aéreos en Colombia con el uso de helicópteros, pero resulta costoso y hasta riesgoso, y ahora como la tecnología ha evolucionado se buscaron nuevos procedimientos y desde 2017 se empezó con un programa piloto con drones. Esta es una solución de la empresa que se llama “aprovechamiento forestal y tendido con dron en líneas de alta tensión para reducir la afectación de la cobertura forestal”. Se diseñaron todos los protocolos para los trabajos telescópicos, pruebas y procedimientos. Con esta tecnología se ha avanzado en la zona de Sacatepéquez, en Huehuetenango y en la línea Pacífico-Palestina que se utilizó para proteger un nacimiento de agua. El dron tiene enormes ventajas también en zonas donde no hay obstáculos, pues genera mayor productividad porque es más rápido y eficaz que con vehículos como se hubiera hecho tradicionalmente.
¿Cuál es el ahorro con el cambio de tecnología?
– El proyecto ha logrado que se reduzca el impacto sobre la cobertura vegetal hasta de 53.76 por ciento, pero empezamos además con un segundo proyecto que se implementará en Sacatepéquez y es que las torres de transmisión tienen una una zona de cimentación adaptada a la topografía del área y que pueden llegar a los 60 metros de altura. Estas prácticas solo se han visto en Colombia y ahora en Centroamérica este proyecto sería líder con este servicio.
¿Cuál fue el impacto de la pandemia para el proyecto?
– El COVID-19 ha sido un reto para todos. Con la pandemia el gobierno declaró como una infraestructura prioritaria, pero las comunidades estaban cerradas, además se tenía que asegurar los protocolos y la bioseguridad nuestra y de las comunidades en las que trabajamos. El impacto fue tremendo porque hubo subestaciones que quedaron detenidas por meses. En Sololá, por ejemplo, no se ha logrado retomar el trabajo porque hay comunidades cerradas.
¿Ya se completó el trámite para la construcción del tramo de Río Dulce?
– No se ha logrado resolver. Pero hemos trabajado con el Ministerio de Energía y Minas, y con la Comisión Nacional de Energía Eléctrica, para encontrar alternativas con las que se va ha mejorar el servicio y en el futuro con las condiciones que seleccione el Estado se logre hacer el cruce con las soluciones técnicas que se encuentren, pero el tema de fondo es la debilidad institucional que no da las garantías para obtener las licencias y que con la pandemia se cerró más la situación pero se logró presentar las alternativas para mejorar el servicio.
¿Tienen interés en participar en los planes de expansión de la transmisión futuros en el país?
– Venimos para quedarnos y se están haciendo proyectos para mejorar el servicio, ya tenemos experiencia, estamos comprometidos en crecer con nuestra infraestructura. El apetito de riesgo de los inversionistas en este momento es complejo por la pandemia y alta inestabilidad institucional en el mundo.
Guatemala tiene un plus importante con la competitividad de su oferta energética (generación), pero no sirve de mucho sin una buena autopista y Guatemala está empezando a tener un sistema de primer orden, quisiéramos el apoyo institucional y de la sociedad para el proyecto porque dejará muy bien ubicado a Guatemala con una ventaja competitiva y Trecsa es un sistema que está apoyando ese crecimiento.
“El ánimo es tener una empresa de clase mundial que apoye a la sociedad”.