Las torres eléctricas se erigen como gigantes silenciosos, fundamentales para la distribución de energía. Sin embargo, a lo largo de los años, han sido envueltas en una nube de mitos y malentendidos, especialmente en lo que respecta a su impacto en la salud humana y el medio ambiente. Desde preocupaciones sobre campos electromagnéticos hasta temores infundados de efectos nocivos, estas estructuras han enfrentado escrutinio público.
Por ello, busca iluminar la realidad detrás de estos gigantes de acero, desmitificando creencias populares y destacando su papel insustituible en mantener las luces encendidas en nuestra sociedad contemporánea.
Mitos las torres eléctricas: Campos Electromagnéticos y Salud Humana
Uno de los mitos más persistentes es que los campos electromagnéticos (CEM) emitidos por las torres eléctricas son perjudiciales para la salud. Sin embargo, la evidencia científica indica lo contrario. Los CEM de baja frecuencia, como los generados por estas torres, son parte del espectro de energía no ionizante y no dañan las células humanas.
Estudios rigurosos, incluyendo investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), han concluido que no hay una relación causal entre estos campos y el desarrollo de enfermedades como el cáncer.
“No se conoce ningún mecanismo por el cual los campos magnéticos del tipo
generado por las líneas eléctricas de alto voltaje puedan desempeñar un papel en el
desarrollo del cáncer” – M. Feychting y A. Ahlbom.
Origen del mito
A pesar de la evidencia, persisten creencias infundadas sobre las torres eléctricas. Un estudio de la década de 1970 vinculó erróneamente el tendido eléctrico con la leucemia infantil, lo que generó una serie de investigaciones posteriores. Sin embargo, revisiones más recientes y exhaustivas han demostrado que no existe un riesgo significativo asociado con la exposición a campos magnéticos cerca de líneas eléctricas de alto voltaje.
La realidad científica de los campos electromagnéticos
Es crucial entender la diferencia entre los CEM de alta y baja frecuencia. Los CEM de baja frecuencia, como los generados por las torres eléctricas, son parte del espectro de energía no ionizante y no son perjudiciales para las células humanas.
Las revisiones científicas han concluido consistentemente que no hay un riesgo relevante asociado con la exposición a estos campos.
Importancia de las torres eléctricas en el sistema energético
Las torres eléctricas desempeñan un papel vital en la estabilidad y eficiencia del sistema eléctrico, con empresas como Trecsa al frente de proyectos muy importantes que las involucran. Estas facilitan el transporte de energía desde las plantas generadoras hasta los consumidores, asegurando una distribución constante y confiable. Su diseño y ubicación son estratégicos para maximizar la eficiencia y minimizar las pérdidas de energía.
Al entender su funcionamiento y desmitificar los temores infundados, podemos apreciar mejor su rol esencial en nuestra vida cotidiana.